Movidos por nuestra propia necesidad de ayudar, PROYSO está gestionada por una Junta Directiva actualmente formada por 8 personas con ganas de poner nuestro granito de arena en la mejora de la calidad de vida y futuro de las personas, haciendo partícipe y concienciando a la sociedad de las necesidades de los más desfavorecidos. Contamos únicamente con una persona asalariada a tiempo parcial que supone un vínculo fundamental entre PROYSO y la sociedad, encargándose principalmente del contacto con el socio y realizando trabajos de oficina y comunicación.
La Junta Directiva nos reunimos tantas veces como es necesario a lo largo del año, habitualmente una vez por semana, y como mínimo siempre una vez al trimestre. La coordinación de los proyectos corresponde a la Congregación de las Hermanas Capuchinas de la Sagrada Familia, trabajando en contacto continuo a través de sus representantes con la Junta Directiva y desarrollando sobre el terreno los proyectos en los que colabora PROYSO. Todos los miembros de la Junta Directiva así como los responsables de los proyectos son cargos voluntarios, como también lo son aquellas personas que participan en las misiones en el terreno.
No sufragamos ningún alquiler ya que nuestra sede está cedida por la Congregación de las Hermanas Terciarias Capuchinas, a quienes damos las gracias desde estas líneas.
Nuestra ong también cuenta con un pequeño grupo de tejedoras voluntarias cuyos preciosos trabajos son donados íntegramente a nuestra asociación y contribuyen con su experiencia, tiempo y esfuerzo a reforzar nuestros eventos de apoyo a proyectos de ayuda así como para recaudar fondos en nuestra tienda solidaria online. Si sabes tejer o coser y quieres formar parte de este equipo de voluntariado para colaborar con PROYSO, ponte en contacto con nosotros.
La congregación de las Hermanas Terciarias Capuchinas de la Sagrada Familia, fundada en 1885, trabaja desde 1993 en Guinea Ecuatorial. Comienzan a trabajar con un proyecto sanitario donde llegaban gran…
Inicialmente Proyso se fundó para colaborar en el Proyecto del Centro Infantil Luis Amigó-CILA, donde los niños acogidos reciben educación, nutrición y asistencia sanitaria.
En la actualidad la ayuda se ha ampliado a los lugares que acoge el Proyecto Misionero Congregacional de las Hermanas Terciarias Capuchinas.
El voluntario no es aquel que se ofrece para colaborar “en lo que haga falta”, sino el que toma iniciativas, hace propuestas, se moviliza y las pone en práctica.